La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que 17,7 millones de personas murieron por enfermedades cardiovasculares en 2015 -último año del que se han publicado datos-, lo que representa un 31% de todas las defunciones registradas en el mundo. En este escenario, España no es una excepción: en el último informe ‘Defunciones según causa de la muerte’, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística, se advierte que en nuestro país la enfermedad cardiovascular también es la primera causa de muerte, por delante incluso del cáncer y las enfermedades respiratorias. 

La adopción de hábitos saludables es clave para cuidar el corazón y prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares.

• Cuida tu alimentación. La dieta mediterránea es perfecta para cuidar el corazón, ya que se caracteriza por un alto consumo de aceite de oliva, frutas, frutos secos, verduras y cereales, un consumo moderado de pescado y aves de corral y una baja ingesta de carnes rojas y carnes procesadas. 

• Reduce el consumo de sal. Una ingesta elevada de sal favorece el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, así como aumenta el riesgo de tener hipertensión arterial, diabetes, colesterol alto o sobrepeso. 

• El alcohol y el tabaco son perjudiciales. El tabaquismo, unos niveles altos de colesterol en sangre, hipertensión, diabetes son los conocidos como factores de riesgo cardiovascular. Y padecer varios de estos factores multiplica el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. 

• Mantener el peso corporal bajo control. El 36,65 % de la población adulta española sufre sobrepeso y el 17,03 %, obesidad. Además, el 24 % de los niños españoles de entre cinco y seis años sufre sobrepeso, según la Encuesta Nacional de Salud de 2013.  

• Siempre hidratado. La dieta mediterránea, acompañada de dos litros de agua al día y la práctica de actividad física diaria, puede llegar a reducir hasta un 30% el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. 

• Practica ejercicio: El control de los factores de riesgo cardiovascular resulta la mejor estrategia de prevención. Recuerda hidratarte antes, durante y tras la práctica de ejercicio. Al hacer deporte, las pérdidas de agua y sales minerales aumentan. 

• Y si no puedes hacer deporte, camina 30 minutos al día. 

• Practicar ejercicio físico de intensidad moderada, como, por ejemplo, pasear a buen ritmo entre 30 y 60 minutos diarios, al menos cinco días por semana, y seguir una dieta sana y cardiosaludable son pilares fundamentales para prevenir el sobrepeso y la obesidad, tanto en niños como en adultos. 

• Descansa bien. Descansar menos de las horas recomendadas de sueño (entre siete y ocho) puede producir a largo plazo obesidad, riesgo de derrames e infartos, y aumenta el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. 

• Vigila el colesterol. El exceso de colesterol es uno de los principales factores de riesgo en el desarrollo de enfermedades del corazón.