Los valores que caracterizaron a Balenciaga son compartidos por Cardiva y la compañía ha amadrinado una prenda imprescindible de la colección, que atestigua el afán innovador del diseñador: la chaqueta en tafetán de seda salvaje de color rosa, de 1951.

La pieza está incluida en la exposición digital conmemo-rativa del décimo aniversario que, a través de diez obras, sintetiza los hitos de la actividad de la institución, en este caso, la referencialidad.

Durante cinco décadas de trayectoria profesional,  Balen-ciaga destacó por su elegancia y vanguardia, y su obra continúa inspirando a nuevas generaciones.

La innovación, la calidad y la responsabilidad caracterizaron al modisto y marcan también la labor de Cardiva, que sigue los pasos del genio para que el talento español sea reconocido internacionalmente.