Su coordinador, Mario Martínez-Galdámez, explica cómo ha cambiado el paradigma la inclusión de esta técnica
El equipo de Neurointervencionismo del Hospital Clínico Universitario de Valladolid: Miguel Schüller, Mario Martínez-Galdámez y Jorge Galván.
La técnica del acceso radial ha supuesto “un cambio” en el paradigma del neurointervencionismo. Así lo ha explicado Mario Martínez-Galdámez, coordinador de la unidad de Neurointervencionismo del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, centro que desde 2019 apuesta por esta técnica de forma definitiva, realizando más de 150 intervenciones durante el año. Según Martínez-Galdámez, en los próximos cinco años, más del 90 por ciento de los procedimientos neurointervencionistas se realizarán a través de la arteria radial a nivel mundial.
¿Por qué el acceso radial es relevante en los procedimientos neurointervencionistas?
Es relevante porque supone un cambio en la forma de trabajar, adaptándonos al campo de la cardiología. Poder tratar a nuestros pacientes desde la muñeca en lugar desde la ingle es un cambio en el paradigma del neurointervencionismo.
¿Cuántos pacientes se han beneficiado de esta técnica en su centro en el último año?
En 2019, momento en el que apostamos por la técnica de forma definitiva, se han realizado más de 150 intervenciones por esta vía en nuestro centro
¿Qué supone para el médico esta técnica?
Para el médico supone un reto y una satisfacción. Un reto, puesto que requiere un entrenamiento y protocolos nuevos con una forma de trabajar diferente. Y una gran satisfacción dado que los pacientes pueden deambular en el mismo día, lo que se traduce en una menor morbilidad.
“Para el médico supone una satisfacción porque los pacientes pueden levantarse el mismo día”
¿Y qué representa esta técnica para el paciente?
El paciente es el gran beneficiado de esta técnica por varios motivos. Primero, la percepción del procedimiento es completamente diferente, ya que tras el mismo puede levantarse, andar por la planta, ir al baño y pasear junto a su familia. Al paciente le aporta una independencia de un valor incalculable, que se traduce en calidad percibida por el mismo. Asimismo, la tasa de complicaciones locales se reduce, por lo que, además de calidad percibida, hablamos de seguridad.
En el caso del hospital, ¿qué representa el acceso radial en los procedimientos neurointervencionistas?
Para el hospital, dado que tras el abordaje radial no se requiere inmovilidad como se ha hecho tradicionalmente en el abordaje femoral, supone un importante acortamiento en la estancia media hospitalaria por proceso.
¿Qué patologías se podrían tratar con esta técnica?
Si la anatomía radial del paciente lo permite, podemos tratar cualquier tipo de patología intracranial susceptible, como aneurismas, malformaciones arteriovenosas, fístulas arteriovenosas durales e incluso ictus. La patología a tratar no ha variado, pero si el camino de acceso hasta la misma.
¿Qué recomendaciones harían para extender la técnica?
Hacen faltan dos factores fundamentales. En primer lugar, los médicos operadores y su equipo de Enfermería deben invertir tiempo en realizar una formación específica en este tipo de abordaje de una forma meticulosa que, al final, se va a traducir en un alta tasa de éxito tras superar su curva de aprendizaje. El segundo factor fundamental es el tecnológico: la industria debe rediseñar los materiales tradicionales y adaptarlos a este tipo de abordaje.
En nuestra unidad apostamos a que en los próximos cinco años, más del 90 por ciento de los procedimientos neurointervencionistas se realizaran a través de la arteria radial a nivel mundial.